14 de mayo de 2011

Muñeca-Jardín


Cuando era pequeña tenía una muñeca de trapo que llevaba a todas partes, un día la dejé olvidada en el jardín, cuando regresé a recuperarla, ya los perros se la habían comido. Ahora de más grande, dejé una muñeca para que pertenciera al jardín y los perros no se la pudieran comer.

Comencé esta escultura recortando costales en el paisaje, armando las piezas sobre el césped, para medir su escala en relación al terreno en donde eventulmente la sembraría. Luego, dentro de casa fui armando cada pieza de un cuerpo inmenso por separado, bordando diseños curvilíneos sobre costales de fique que se convertirían en la piel de la escultura viviente. Tejí cada fragmento por separado, para rellenarla después de tierra y porque la muñeca entera, no cabía dentro de la habitación.

Invité a mis familiares y  amigos  para que formaran parte del proceso de rellenar la escultura de tierra y por la necesidad de realizarla entre varias personas, como en una siembra comunitaria. Quería que tuvieramos un contacto directo con la tierra. Uno que hemos olvidado en nuestras vidas urbanas. La tierra es la materia, con la que al verterla dentro del cuerpo le daba la forma y las semillas sembradas en la superficie de los costales, es el material que le daría la vida a la muñeca tejida.

1 comentario:

  1. Colosal! Me encanta y me fascinan los detalles, la forma en la que está construida, verla desmembrada mientras es rellenada. Es una operación preciosa!
    Me encantaría verla crecer Cris! Cámara 24h ya!

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